Como obispo, como pastor hispanoparlante, tengo la alegría a saludar y pedir la fuerza y la bendición de Dios a todos los hispanoparlantes que viven en la querida Alemania, y de manera particular acompañar aquellos que participan este Encuentro de Arte, Oración y Familia. Que la fuerza de Dios, la protección de la Virgen y de la Sagrada Familia los acompañe siempre.